Descripción del proyecto

Junto al rio Arlanza se asientan las evocadoras ruinas del que fuera uno de los monasterios benedictinos más importantes de Castilla y que fue fundado en 912 por el conde Fernán González. Abandonado tras la desamortización de Mendizabal, todavía son visibles los restos de la iglesia y la torre románica, claustros y otras dependencias monacales. Por su importancia, recibió el apelativo de “cuna de Castilla”.